¿Verdad o Fantasía?
Autor: Elisa Julia Jiménez
Imagina un callejón obscuro y feo, que conduce a una casa vieja y abandonada. Dos niños maloras de la calle, corren a esconderse en algún rincón de esta casona, se conoce que cada que hacen una maldad; se esconden en ese lugar. Tenían un espacio ahí, para esconder su botín, y ni quien lo imaginara, ¡era su escondite perfecto!
En esta ocasión fueron más lejos; ya que su maldad e ignorancia los había llevado a cometer un delito mayor, pues por pura diversión, apedrearon a un pobre perro que estaba amarrado en un jardín y cuando el dueño salió, vio a su perro agonizando y alcanzó a ver a estos niños como corrían y se le perdían en el callejón.
El señor estaba tan indignado y dispuesto a encontrarlos; que llamo a la policía y por varios días la policía los estuvo buscando, los agentes estaban cansados de tantas quejas y ya no estaban dispuestos a recibir más reportes de ellos; robaban, asaltaban niños, apedreaban invidentes y siempre se salían con la suya.
Esta vez los pequeños no pudieron salir de la casona, pues con tanta vigilancia era un riesgo salir de ahí. Ya después de pasar varias noches, aburridos, enojados y con mucha hambre se atrevieron a asomarse por la puerta para ir en busca de alimento, de repente y de la nada apareció un pequeño y tierno perrito que los observaba y que poco a poco fue acercándose a ellos hasta meterlos al rincón más profundo de la casa y ya que los tenia arrinconados el perro poco a poco se empezó a hacer grande y al mismo tiempo ellos se encogían cada vez más, el perro al verlos tan pequeños los aplastó con sus patas y los ladridos del animal retumbaba en toda la casa oscura, algunos rayos de luz que se colaban por las ventanas les permitían ver lo grande del animal. Comenzaron a dar de gritos, fue así como la policía los encontró y entraron por ellos.
Estaban aterrorizados y hablaban de un perro grandísimo; los agentes no vieron nada, se los llevaron a la correccional de menores de donde no salieron hasta ser mayores de edad, ahí les enseñaron un oficio y salieron a trabajar, pero nunca se les olvido aquel perro que los detuvo con las patas.
… ¿Sería un sueño?
Agradecimiento
Especial para Doña Elisa Julia Jiménez y su compromiso con este proyecto.
GRACIAS